La asfixia al comer o beber es un fenómeno común, pero si ocurre con frecuencia, podría ser una señal de una afección médica grave. ¿Qué enfermedad causa la asfixia frecuente? ¿Es peligrosa? Descúbrelo en este artículo.
La asfixia ocurre cuando los alimentos o líquidos no pueden moverse sin problemas desde la boca hasta el estómago debido a una obstrucción o un trastorno en el movimiento del esófago. Puede suceder ocasionalmente, pero si es frecuente, puede estar relacionada con problemas de salud graves.
2. Causas de la Asfixia Frecuente
Existen diversas causas de la asfixia frecuente, que pueden dividirse en dos grupos principales: causas mecánicas y causas neurológicas.
2.1. Causas Mecánicas
Estas causas están relacionadas con la obstrucción o el estrechamiento del esófago, entre ellas:
Enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE): Los ácidos del estómago pueden subir al esófago, causando inflamación, úlceras y cicatrices que lo estrechan y dificultan la deglución.
Estenosis esofágica: Puede ser causada por infecciones, quemaduras químicas o tumores que reducen el diámetro del esófago y dificultan el paso de los alimentos.
Cáncer de esófago: Uno de los primeros signos de este cáncer es la dificultad para tragar, acompañada de pérdida de peso, dolor en el pecho o tos persistente.
Divertículos esofágicos: Son pequeñas bolsas que se forman en el esófago y pueden retener alimentos, causando obstrucciones.
Cuerpos extraños en el esófago: Ocurren cuando se come demasiado rápido, sin masticar bien, o se ingieren objetos duros.
2.2. Causas Neurológicas
Algunas enfermedades neurológicas pueden afectar la deglución, incluyendo:
Enfermedad de Parkinson: Afecta los músculos responsables de la deglución, causando dificultad para llevar los alimentos al estómago.
Accidente cerebrovascular (ACV): Puede reducir el control muscular de la deglución, aumentando el riesgo de asfixia.
Esclerosis múltiple: Daña los nervios y altera la función de la deglución.
Miastenia grave: Provoca debilidad muscular progresiva, afectando la deglución.
3. Signos de Advertencia a Tener en Cuenta
Si sufres asfixia frecuente, presta atención a los siguientes síntomas:
Dificultad para tragar o sensación de que los alimentos se quedan atascados.
Sensación persistente de obstrucción en la garganta.
Dolor en el pecho, náuseas o vómito con sangre.
Pérdida de peso rápida y sin explicación.
Estos signos pueden indicar una afección grave que requiere tratamiento inmediato.
8. Conclusión
La asfixia frecuente no es solo un problema de alimentación, sino que puede estar relacionada con enfermedades peligrosas como el reflujo gastroesofágico, el cáncer de esófago o trastornos neurológicos. Si este problema ocurre con regularidad, no lo ignores y consulta a un médico para identificar la causa y recibir tratamiento adecuado.
Esperamos que este artículo te haya ayudado a comprender mejor la asfixia y cómo prevenirla. ¡Comparte esta información para ayudar a más personas!
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